“El acto de bordar” aflora desde una crisis de no saber que bordar. Por este motivo, al estudiar mi alrededor, decido bordar sobre mi mundo del bordado, en cuanto a los materiales, colores y figuras que poseía y visualizaba, todo en base al acto mismo.
Es un pensar haciendo constante, que navega entre el sentido, el no sentido, la abstracción, la representación, el vacío, el todo o nada, pero como principio máximo, mostrar de la manera más pura como es mi acto de bordar.
De modo que, a través de 100 piezas de bordado, dejo que mi hilo y aguja hablen por mí sobre qué bordo, cómo bordo y que me hace sentir bordar.