Michelle Aubry

RATONERA (2021) es un cortometraje experimental que surge como el resultado final de una investigación respecto a la noción de habitar y la casa.
Una narrativa que busca evocar memorias de una criatura en busca de su reconocimiento. Anhelando ser bienvenida, en un hogar que pareciera no recordarla. Convirtiendo aquel lugar tan familiar, en algo completamente extraño.
Esta pieza audiovisual se realizó para darle un punto final a la reflexión que comenzó en el 2020. Situaciones que me permitieron entender mi presencia en los lugares que habito y como estos se han ido transformando, a pesar de estar tan acostumbrada a ellos.
Todo ese estudio personal en el cual trabajé, me permitió esclarecer mi propio camino dentro del mundo del arte. Principalmente, me sirvió para reafirmar mi intención de aproximarme más a lo cinematográfico y a la dirección fotográfica que predomina en mis trabajos. RATONERA es el desenlace que necesitaba para comprender la rutina doméstica y el por qué, nueve personas, somos familia.

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Fragmento del guión

En una casa habitada por nueve personas, el tiempo pasa sin importancia. Cada uno contempla su vida como cualquier otra, pero Aline no.
Aline quiere que la vean, extraña muchísimo a su familia. A veces se siente muy triste por no captar su atención, llevan días sin hablarle. Simplemente la ignoran ¿Qué habrá hecho para que la odiaran tanto? Quizás se le olvidó seguir las palabras de su abuela: “Nunca debes mentir”.
No puede dormir, comer ni beber, está atrapada en una trampa que ella misma encontró. Si llega a llorar, la pueden escuchar y quién sabe que podría pasarle. Pero, Aline, anhela consolar a su madre la cual llora por su ausencia, o eso dice ella. Mentirosita, mentirosita ¿De dónde son esos recuerdos? Pueden ser tuyos o pueden ser de otros.
Aline tiene miedo, no quiere hacerlos enojar, por eso lleva días sin hacer ni un solo ruido. Debajo de la cama, intenta hablarle a su hermana, pero parece que solo causó confusión. Tal vez habló muy bajo, nadie la podrá escuchar. Aline tiene hambre y las noches le parecen muy frías, de vez en cuando se permite llorar, pero cuando se escabulle de su hogar. Sin embargo, no hay nada como el cobijo del abrazo de una madre.
Pasos cautelosos, debe hacer ella para pasar desapercibida. Pero en realidad, sueña con que la descubran nuevamente ¿Es que ya no la recuerdan? Mírate al espejo, Aline, eres maravillosa, lograste lo que querías. Obsérvate, estás igualita a tus hermanas ¡No llores! Ahora te van a querer y podrás saludarlos a todos en cuanto te vean.
¡Ups!
Mentirosita, mentirosita ¿Y esa cola tan larga?
Mentirosita, mentirosita ¿Segura que era tu madre?
Mentirosita, mentirosita. Que triste final para una criatura tan pequeña.
Aline quería ser amada, pero parece que esta familia no tiene cabida para una ratoncita tan mentirosita.
En una casa habitada por ocho personas, el tiempo pasa sin importancia. Cada uno contempla su vida como cualquier otra.