Al ir creciendo, el miedo también lo hizo conmigo, así comenzaron las parálisis y pesadillas que poco apoco quitaron mis ganas de conciliar el sueño. Mi trabajo comienza cuando reconozco este miedo y de manera inconsciente busco la forma de materializar esta emoción. Desde aquí surge la creación de cuerpos por medio del trabajo textil, mediante la unión de piezas, pretendo simular cuerpos deformes, llenos de colores, estampados, tamaños diversos, formas orgánicas, equilibradas y desequilibradas, invasión y obsesión. Las transparencias, los colores, la tensión de las telas e hilos, incluso son elementos imprescindibles en mi escultura. Mi pieza se ha convertido en un lugar de albergue de todos estos seres que atormentan mis noches, los cuales me asedian mental y físicamente.
Abandonar el típico imaginario terrorífico, para empujarlo hacia lo infantil, la luz, los colores,
transformando este miedo en un ser inofensivo, pero también a gran escala e invasor
a modo de parásito, que se alimenta de estos temores y que continua creciendo.
Sandra Parra A.