ＡＵＳＥＮＣＩＡ ＤＥ ＵＮ ＭＯＭＥＮＴＯ
Durante mi vida me he visto en la misma posición durante mucho tiempo, a mi alrededor he visto como mis hermanas pasan el tiempo al igual que a mi, mirando pantallas con la mirada ida. Esta escena, que se ha vuelto cotidiana durante el ultimo tiempo, ha cobrado un sentido diferente, donde el encierro la ha hecho permanente y me hace consiente de cosas como, qué estamos mirando, cuando no miramos nada. Este momento ambiguo donde no sabemos con claridad que hora es, donde reposa el cuerpo con una disposición melancólica, la luz enceguecedora, que nos permite ver todo y nada, la pintura que le da vida a un momento sumamente muerto.
